01 Diciembre 2020
El entrenamiento de fuerza o como popularmente se conoce, entrenamiento de pesas, es, probablemente, uno de los entrenamientos con mayores beneficios en diferentes parámetros. Por ejemplo, se ha demostrado que mejora múltiples marcadores de salud (colesterol, presión arterial, inflamación…), también se han demostrado efectos favorables en el rendimiento deportivo y cognitivo. Y recientemente, se está viendo que en los pacientes con cáncer responden positivamente a este tipo de entrenamiento.
Es por ello que, este artículo tiene como objeto realizar una revisión sobre los distintos beneficios del entrenamiento de fuerza sobre la salud y el rendimiento.
1 SALUD
Uno de los motivos más importantes por los que deberías plantearte entrenar fuerza -si no lo haces- es por los múltiples beneficios que reporta para nuestra salud.
El entrenamiento de fuerza tiene efectos desde moderados a importantes sobre la composición corporal, el funcionamiento físico y la inflamación en los adultos mayores (1) y en jóvenes (2).
En este metánalisis se observa que no solo el entrenamiento aeróbico puede reducir la tensión arterial como se ha venido describiendo en los últimos años. El entrenamiento de fuerza puede reducir una media de 3.9 mmHg la presión arterial.
Tal como podemos ver en el siguiente metaanálisis (3) las personas que combinan los dos tipos de ejercicio que acabamos de mencionar tienen menos problemas mentales que las sedentarias.
2 RENDIMIENTO DEPORTIVO
Hay evidencia suficiente para afirmar que los programas de entrenamiento de fuerza, especialmente basados en velocidad de ejecución, son óptimos para la mejora del rendimiento deportivo. El entrenamiento de potencia conduce a grandes ganancias en el rendimiento y la capacidad funcional de los músculos de las extremidades superiores e inferiores. Haciendo indispensable este tipo de entrenamiento en cualquier modalidad deportiva. (4,5,6)
3 COMPOSICIÓN COPORAL
En esta revisión reciente (1), se observó como varios estudios mostraban mejoras en la composición corporal con el entrenamiento con cargas. Desde una disminución en el porcentaje graso, a incrementos en la masa muscular. Incluso, hay algunos estudios que muestran como estas mejoras pueden darse de manera simultánea, lo que conocemos como recomposición corporal. Pero hay que tener claro que esta situación se produce en contextos específicos de personas que llevan mucho tiempo sin entrenar, son sedentarias y tienen un porcentaje de grasa elevado (7,8).
4 LESIONES
Desde el punto de vista de la rehabilitación, el entrenamiento de fuerza o con cargas se puede utilizar con éxito como modalidad terapéutica en varias lesiones musculo-esqueléticas, especialmente las de una tipología crónica, como dolor lumbar crónico, tendinopatías, osteoartritis de rodilla, reconstrucción del ligamento cruzado anterior y cirugías de reemplazo de cadera (9).
Por otro lado, según esta revisión sistemática (10), a nivel de prevención de lesiones, el entrenamiento de fuerza tiene un componente más preventivo que otros tipos de entrenamientos como propiocepción o flexibilidad. (Como se puede ver en el siguiente gráfico)
5 DENSIDAD MINERAL ÓSEA Y FRAGILIDAD
Nuevamente contamos con bibliografía científica de calidad, una revisión sistemática (11), que muestra los efectos del entrenamiento de fuerza, sobre la prevención y el tratamiento de la fragilidad. Un entrenamiento con una frecuencia de 1-6 sesiones por semana, con un volumen de entrenamiento de 1-3 series de 6-15 repeticiones y una intensidad del 30-70% 1-RM promueven mejoras significativas en la fuerza muscular, la potencia muscular y con resultados positivos en diferentes test relacionados con la calidad de vida. Por tanto, de acuerdo con esta revisión, el entrenamiento de fuerza supervisado y controlado es una intervención eficaz en el tratamiento de la fragilidad.
En este otro estudio (12), se mostró como el entrenamiento de fuerza en mujeres postmenopáusicas tiene el potencial de ser una forma segura y eficaz de evitar la pérdida ósea.
6 CÁNCER
En pacientes con cáncer, el entrenamiento de fuerza es una alternativa que ofrece una mejor percepción de la función física y discapacidad. En pacientes con cáncer de mama o de próstata podría proporcionar un fortalecimiento muscular que mejorase la calidad de vida de estas personas. (13,14). Aunque en esta materia aún queda investigación científica que determine cómo debería ser el entrenamiento y sus posibles efectos.
7 RENDIMIENTO COGNITIVO
En esta investigación (15) llevada acabo sobre más de 100 adultos el entrenamiento de fuerza mejoró significativamente la función cognitiva global, con el mantenimiento de los beneficios durante 18 meses. Estos adultos mejoraron en pruebas de función ejecutiva, memoria y velocidad / atención.
Del mismo modo, se observó como el ejercicio físico mejora los déficits cognitivos de las personas mayores con deterioro cognitivo leve.
En conclusión, y basándonos en la evidencia científica, podríamos decir que el entrenamiento de fuerza podría mejorar nuestro estilo de vida y nuestra salud, y además incrementar nuestro rendimiento, tanto deportivo como cognitivo. Entonces, ¿A qué esperas para entrenar?
Artículo de Instituto Deporte y Vida escrito por Raúl Nieto
USO DE COOKIES
Utilizamos cookies propias y de terceros con fines estadÃsticos y para mejorar la experiencia de navegación. Al continuar con la navegación, entendemos que aceptas su uso.
Puedes obtener más información y conocer cómo cambiar la configuración en nuestra
PolÃtica de cookies